Curiosidades
Existen ciertos problemas en la comunidad gay entre los llamados gays masculinos y los gays femeninos.
Sobre todo, el problema lo tienen algunos gays que se consideran muy masculinos y piensan que los gays afeminados quieren ser en realidad mujeres y no representan al colectivo.
La respuesta evidentemente a si es malo ser afeminado o femenino es:
NO
Pero vayamos con algunas cuestiones:
¿Qué es un gay femenino?
Un gay femenino, también llamado gay con pluma es un hombre homosexual que tiene patrones de conducta que normalmente se atribuyen a las mujeres.
Quizás lo más correcto sería decir gays femeninos, frente a afeminados al igual que existe una identidad de género de varón femenino. Esta identidad ya se puede elegir en el Facebook de Argentina.
Es un concepto un poco polémico, ya que no existe un patrón universal de mujer. Aunque, bien es cierto que la mayoría de la gente lo entiende.
¿Es lo mismo un gay femenino que un gay loca?
El gay loca puede ser un concepto un poco despectivo cuando se aplica a un gay afeminado. En realidad, el gay loca sería aquel que tiene una conducta que trata de imitar a la mujer en todo, llegando a ser muy amanerado.
Entonces no es lo mismo. Una cosa es el afeminado, que tiene cierta conducta de mujer y otra cosa es el gay loca, con conducta muy amanerada.
Los gays locas también son simpáticos y muy queridos. Alegran mucho las fiestas.
¿Por que algunos gays masculinos discriminan a los gays afeminados?
Básicamente, muchos gays que se consideran masculinos tienen una homofobia interior no superada.
Es decir, intentan camuflar la diversidad de formas de expresión de la homosexualidad y simplemente optan por un calificativo de gay en el sentido méramente formal de un hombre que está con otro hombre.
Entonces, ¿qué tiene de malo ser un gay afeminado?
Nada de malo. Cada persona puede optar por el camino que desee a la hora expresar sus preferencias afectivas, rol, identidad de género y cualesquiera cuestiones que afecten a su personalidad.
Los gays afeminados fueron los primeros combatientes de la lucha LGBT
El matrimonio gay no existiría sin la lucha que ha llevado a cabo la sociedad desde el colectivo LGBT.
Pero, no hay que olvidar que entre los primeros combatientes estaban los gays afeminados, que con sus plumas hicieron más visible la homosexualidad.
Fueron ellos pioneros para que otras personas homosexuales, trans y bi más discretas se unieran a la lucha.
El gay femenino, por definición, está fuera del clóset
Frente a los gays masculinos, muchos de ellos escondidos y ocultos, el afeminado siempre estuvo fuera del clóset.
Por tanto, siempre estuvo visible, llevando su lucha a favor de la diversidad sexual.
Conclusión
Ser un gay femenino es un honor y un orgullo para toda la comunidad.
Hay que reconocer que los gays afeminados siempre han estado ahí, dando la cara, sin esconderse.
Y además, nos han regalado y nos regalan buenos momentos de risas y alegrías.
Las plumas son buenas.