Si eres una persona gay adolescente y tienes miedo o problemas para salir del armario o clóset, te recomendamos que leas este artículo, donde te daremos algunos consejos, para que puedas ser libre y puedas vivir tu sexualidad, sin complejos.
1) En primer lugar, hazte la siguiente pregunta. ¿Realmente quieres salir del armario? Aunque fuera del armario se está más confortable y menos presionado por la ataduras, la gente que todavía no lo tiene claro, puede esperar dentro y seguir pensándoselo. Hay una cosa que debéis saber:
¡ Sólo se sale del armario una vez en la vida!
2) En segundo lugar, piensa cuál es tu estrategia para salir del armario. Mucha gente gay piensa que se tiene que enterar todo el mundo, la vecina, los parientes, tus amigos, tus enemigos o el cura de la Iglesia.
Pero no es así. Tú puedes salir del armario por escalas.
- Puedes salir del clóset sólo para tus mejores amigos y esperar un tiempo a que las cosas se calmen.
- Puedes salir del armario sólo para tus padres o sólo para tu madre o padre.
La elección la toma uno. Esto no significa que te hayas quedado atrapado en el armario. Significa que tú cuentas lo que deseas a los demás. Cada cual elige cuándo y dónde salir del clóset.
- Puedes salir del clóset sólo para tus mejores amigos y esperar un tiempo a que las cosas se calmen.
- Puedes salir del armario sólo para tus padres o sólo para tu madre o padre.
La elección la toma uno. Esto no significa que te hayas quedado atrapado en el armario. Significa que tú cuentas lo que deseas a los demás. Cada cual elige cuándo y dónde salir del clóset.
3) Analiza bien la situación. ¿Son tus padres homófobos? ¿Verán con buenos ojos que su hijo sea gay? ¿Puedes contárselo a tu madre pero no a tu padre? ¿O al revés? Tienes que pensar en aquellas personas que sabrán entender, comprender y ayudarte con tu situación.
Es importante que estés seguro de que tus padres no te echarán de casa. Si piensas que puede pasar, ponte antes en contacto con asociaciones LGTB de tu ciudad. En todas las ciudades hay una, al menos en la mayoría. Sólo tienes que poner en Google "Buenos Aires Asociación LGBT" o "Lima Asociación LGTB", o la ciudad que sea. Y contactar con ellos por teléfono o e-mail. Ellos conocen muchos casos parecidos al tuyo y podrán darte un alojamiento o dejarte vivir en la casa de algunos de los socios, ya que su misión es ayudar a la comunidad de gays, lesbianas, transexuales, bisexuales, etc.
4) Una vez que das el paso, notarás que te has quitado un gran peso de encima. Es como haber adelgazado bastantes kilos, pero no de grasa, sino de miedo y tristeza. Ahora, podrás entablar conversaciones con la gente, sin tener miedo a decir que te gustan los chicos.
Tus amigos, como ya sabrán que te gustan los chicos, te presentarán a otros chicos gays y de esta forma podrás entrar en el ambiente homosexual.
5) Si la cosa sale mal y eres víctima de ataques de homofobia, ponte en contacto con el director de tu colegio y cuéntale lo que te sucede. Además, puedes volver a recurrir a las asociaciones LGTB. Pídeles que te ayuden a afrontar la situación. La intolerancia hacia los gays todavía es muy grande, pero debes luchar por ser quien eres. Y, sin duda, pide ayuda a tus mejores amigos.
Como dice Steven Carter, de la película Get Real, ser homosexual es sólo una cuestión de amor.
En todo caso, nunca tienes que tener miedo, salvo que vivas en un ambiente muy hostil. Hoy sabemos que los enfermos no son los homosexuales, sino los homófobos. Son ellos los que tienen que ir al psiquiatra.
¿Añadirías algún nuevo consejo para ayudar a las personas gays a salir del armario o clóset?